España no quiere quedarse rezagada en la carrera hacia el despliegue del vehículo autónomo. De momento, nadie se atreve a predecir en qué momento veremos un tráfico masivo de coches conectados a la red y sin conductor, pero lo cierto es que el camino hacia ello pasa necesariamente por la adaptación de la infraestructura de las carreteras. En este ámbito, florecen los proyectos de investigación liderados por empresas españolas y destinados a convertir el futuro en realidad.
Es el caso de Movilidad 2030, cuyo objetivo es desarrollar nuevos sistemas embarcados en los vehículos, tecnologías para la infraestructura y sistemas de análisis y control del tráfico. Durante los próximos tres años, un consorcio de empresas formado por Sacyr, Iberdrola, Ficosa, Wall Box Chargers y Disid Corporation, integrado también por varias universidades y liderado por Indra, evaluará estas tecnologías en distintos escenarios y reformulará su diseño a la luz de los resultados, hasta las pruebas finales. El CDTI financia el 65% del coste del proyecto (9 millones de euros) y la parte restante es inversión propia.
Fuente: cincodias.elpais.com
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