Desde hace tiempo, la alta tensión, al ser tan crítica, se gestiona desde redes inteligentes y automatizadas; cuanto más aguas arriba se sitúe una instalación, más afección tendrá sobre el mercado”, razona Noemí Alonso, directora del Global Smart Grids Innovation Hub de Iberdrola. Por otro lado podemos encontrar los contadores inteligentes, ampliamente implantados (99,7% entre los de Endesa; 11 millones desplegados por i-DE, empresa de distribución eléctrica del grupo Iberdrola). El gran desafío consiste en digitalizar lo que queda en medio: centros de transformación de media a baja y el tramo de baja tensión que termina en la puerta de las viviendas. “El lema de la última reunión de las eléctricas alemanas fue No grids, no transition. Yo añadiría que sin redes inteligentes no habrá transición energética”, tercia Miguel Ángel Sánchez Fornié, director del Máster en Smart Grid de la Universidad Pontificia Comillas.

“El porcentaje de implantación de los contadores es casi el 100%”, resume Mónica Puente, CEO de UFD y presidenta de la plataforma FutuRed. Las distribuidoras suelen adoptar tecnologías PLC (Power Line Communication), que permiten la comunicación entre los centros de transformación y los contadores a través de las líneas de baja tensión, agrega Puente. Todos estos centros de transformación están sensorizados, “entendiendo como tal la capacidad de monitorización remota de los mismos”, y entre el 15% y el 25% están automatizados, según sus datos.

Fuente: elpais.com

* El texto anterior es sólo un pequeño extracto o avance de la noticia o artículo original. Acceda al contenido completo en la fuente de origen a través del enlace a continuación.

Ir a la noticia original

Valora este post